domingo, 24 de abril de 2016

Recuerdos de mi infancia

Hace ya unas cuantas semanas, vimos en clase de plástica la versión española, de Pablo Berger, del cuento de Blancanieves de los hermanos Grimm, ambientada en los años 20 en el sur de España.
Esta versión del cuento, es muy peculiar ya que es muda y en blanco y negro, diferente a las demás versiones que he podido ver hasta ahora.
Trailer de la película:

Antes de ese día, había oído hablar muy bien de la película pero nunca la había visto. Realmente, puedo decir que me encantó y la recomiendo completamente. Al principio, el tema de que fuera muda no me llamaba mucho ya que me distraigo con facilidad y al no tener voz no sabía si me despistaría y no me enteraría de la historia. Sin embargo, estuve atenta en todo momento porque me cautivó el sentimiento que Macarena García (Blancanieves) ponía a su personaje. Además, vivo enamorada del sur de España, y al estar ambientada en Sevilla y aparecer gente bailando y cantando sevillanas, me entraban ganas de bailar también.

Es una película que me trajo muchos recuerdos de mi infancia por dos razones. 
En primer lugar, la relación que tenía Blancanieves con su abuela me recordó a la que tenía yo con la mía. Blancanieves tenía una fuerte relación con ella y habían pasado todo el tiempo juntas desde su nacimiento. Una de las escenas que se me quedó grabada fue aquella en la que están en el patio porque la abuela le está arreglando el vestido de la comunión y Blancanieves está subida a una silla, sin poder evitar bailar. Esta escena me recuerda a las tardes que me pasaba en la casa de mi abuela. Me ponía en el patio de la casa a bailar sevillanas encima de alguna mesa o silla, con mis tacones y un abanico, para mi abuela y sus vecinas. Eran momentos en los que, como cualquier niño, te dejas llevar y haces realmente lo que te nace de dentro.
En segundo lugar, la película gira en torno a la tauromaquia. Esto también me trajo muchos recuerdos ya que cuando era pequeña y mi tío aún vivía, íbamos a ver los toros en el pueblo de mi abuela, Los Molinos (Toledo). Nunca me ha gustado ir a ver los toros, e incluso de pequeña me tapaba los ojos cuando íbamos a verlos. Sin embargo, me ha gustado como se trata el tema en la película. El toro aparece como un elemento que une al padre y a Blancanieves, además de que al final es el animal el que acaba con la vida de la madrastra.

 Blancanieves no fue una de mis princesas favoritas de mi infancia, pero sí me han contado mis padres que me podía ver la versión de Disney varias veces seguidas y siempre lloraba al final. Además, tengo un montón de cuentos que versionan la historia. En los últimos años, han sacado varias películas que dan un giro a la historia de esta princesa, pero ninguna de ellas se acerca a la versión de Pablo Berger. 

De todas las escenas de la película, me quedo con la del final, en la que el enanito le da un beso a Blancanieves "muerta" y se le cae una lágrima. Esta lágrima, nos muestra que en realidad no está muerta, sino atrapada de por vida sin poder hacer nada. La escena puede intentar representar a las personas que viven en una situación de la que no pueden salir por mucho que lo intenten.

Por último, de la película, me llevo la frase de "no le quites la mirada nunca" que le dijo el padre de Blancanieves a ella, porque a los problemas o peligros hay que plantarles cara no darse la vuelta para dejar que puedan con nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario