domingo, 27 de marzo de 2016

El chocolate como terapia

Cuando la profesora nos propuso hacer un taller de dibujar mandalas en obleas con chocolate, me quedé sorprendida pero ilusionada. Desde hace tiempo conozco lo que son los mandalas y me gusta dibujarlos y colorearlos cuando tengo tiempo. Soy una persona bastante nerviosa y a veces llego a bloquearme, por eso necesito técnicas para relajarme y evadirme de la realidad, como por ejemplo, los mandalas. Algunos de los dibujos que he hecho últimamente son estos:

 

Como la profesora nos dijo que este taller lo había hecho otros años, busqué en blogs de sus antiguas alumnas y encontré muchos ejemplos de mandalas de este tipo. Para mí, dibujar un mandala es bastante complicado, por eso estuve toda la semana de antes del taller viendo fotos, dibujos y ejemplos de mandalas para llevar una idea para mi creación.
Cuando llegó el momento de empezar, no sabía qué hacer, no me venía ninguna idea, estaba bloqueada. Sin darme cuenta cogí el chocolate y simplemente me dejé llevar, sintiendo lo que estaba haciendo, sacando todo lo que tenía dentro y disfrutándolo.


Me lo pasé genial esta clase, comiendo chocolate y riendo con mis compañeras. Realmente, me sirvió como terapia, diferente a mis otras experiencias dibujando mandalas. Sinceramente, repetiría la experiencia aunque seguramente no sería igual ya que en la clase se sentía buenas vibraciones y todos estábamos muy concentrados. Ahora entiendo por qué la profesora ha repetido varios años este taller, gracias por compartirlo con nosotros.
Cuando volvía a casa no sabía si comérmelo ya que la profesora nos había dicho que si poníamos muchas cosas podía sentarnos mal, y yo me había vuelto loca con la decoración.
Al llegar a mi casa, mis padres y mis hermanos me dijeron que tenía muy buena pinta y que si les dejaba probar. Entonces, decidí dejarlo de postre y nos lo comimos los cinco después de cenar. Afortunadamente, no nos sentó mal, al contrario, nos los pasamos muy bien compartiendo ese dulce postre y contándoles como me había sentido haciéndolo.

domingo, 13 de marzo de 2016

Mi creación de Mandala

Un mandala consiste básicamente en una forma circular con formas geométricas concéntricas, organizadas en diversos niveles visuales. Las formas básicas más utilizadas son círculos, triángulos, cuadrados y rectángulos y pueden ser creadas en forma bi o tridimensional. Desde el punto de vista espiritual es un centro energético de equilibrio y purificación que ayuda a transformar el entorno y la mente de quien medita en ellos.

En clase, hemos creado un mandala con alimentos, del cual he necesitado:
-Obleas
- Nutela
- Lacasitos
- Sirope de chocolate
- Caramelo liquido
- Rotuladores alimenticios

La principal regla en la creación de un mandala es dejar fluir la imaginación, la creatividad, la energía, actuando de forma libre e intuitiva, sin preconceptos. Buscar un significado racional puede truncar el valor esencial del mandala.
El momento presente es el que cuenta y no lo que sepamos de colores y formas. Hay que dejar que los colores y las formas hablen a través de nosotros, que nuestros pensamientos fluyan a través de ellos. El mandala es un reflejo de nuestro interior.

Mi mandala está formado en el centro por caramelo líquido, una letra F de chocolate, y corazones de azúcar. He hecho una estrella con rotuladores alimenticios y he utilizado nutela y lacasitos (de colores con letras que muestran la alegría y viveza). Por último, también he utilizado sirope de chocolate para hacer el contorno, y pipitas de azucar.
Para hacer mi mandala, he empezado de dentro hacia fuera porque gracias a la creación del interior, del “yo”, al exterior.
El interior de mi mandala está formado por una estrella con la letra F (de chocolate) en el medio, que hace referencia a “familia”, porque mi centro es mi familia y mi referencia es ella. Gracias a ellos soy como soy, son los que me han hecho mejor persona, con unos valores, aprendiendo sobre los errores y superar los obstáculos, ellos son todo para mí. Alrededor de mi familia he puesto la palabra amistad ya que mis amigos también son un punto fuerte de apoyo en mi vida, con ellos creas nuevas experiencias, aprendes a quererlos como si fueran de tu familia, están contigo en las buenas y en las malas, y con ellos disfrutas de la vida. 










sábado, 12 de marzo de 2016

ARCOÍRIS DE LA VIDA

Nuestra profesora de Educación Artistica nos mando a realizar mandalas personalizadas por nosotros,cada grupo tenian que traer varias cosas para decorar los mandalas. Mi mandala lo decore primero de lacasitos, ya que los lacasitos vienen de diferentes colores yo elegi los colores más vivos que representará:la vida, luz, felicidad, alegria, optimismo. Después, con los lapices de colores dibuje una flor, dentro de cada petalo de la flor introduje pequeños trocitos hechos de azucar con color rosa claro para representar la paz. Al exterior de los lacasitos, hize un circulo de sirope de chocolate como es de color negro representa lo negativo, lo peor de la vida, por eso cogi trozos pequeños de corazones que representa el amor, la cura contra lo malo.
Después de clases quede con unas amigas del instituto, como no me daba tiempo en volver a casa dejar el mandala y regresarme otra vez, lleve mi mandala al sitio donde quedamos, les comente lo que hizimos en clase, ellas observaron mi mandala y me preguntaron que es lo que representa para mi y yo dije el ARCOÍRIS DE LA VIDA, porque los colores del arcoiris son colores vivos, naturales, alegres es como la vida misma hay que ser naturales, ser tu mismo, tener una personalidad y afrontar todo lo malo con alegrias. Porque ir por la vida sin tener tu propia personalidad es como que no eres tu mismo. Yo creo que esto ocurre cuando estas en la adolescencia cuando empiezas el instituto, en el cual prácticamente vas buscando tu estilo, eres más conciente de las cosas en infantil y en primaria todavia no te fijas en esas cosas de la moda pienso yo, personalmente yo empeze en secundaria a maquillarme. Me acuerdo que mi madre no le gustaba nada que me maquillara para ir a clases, yo aprovechaba los últimos minutos antes de ir al instituto para maquillarme, me escondia en el pasillo de mi casa y tenia guardado en mi mochila un mini espejo con un pintalabios, colorete, rimel, etc. Me sentía como más mayor ir maquillada, me acuerdo que me daban envidia las chicas de cursos más superiores como las de bachillerato con sus novios, con ropa que me encantaba. También comienzas a relacionarte con gente más mayor que tú, con otros pensamientos, tienes los primeros amores, novietes por asi llamarlo. Con el paso del tiempo pienso como yo he podido ponerme esa ropa tan fea solo porque estaba de moda o porque la gente se lo ponia yo tambien tenia que llevarlo puesto, por ejemplo en la universidad cuando supuestamente ya eres suficientemente madurativa veo a grupos de chicas/os con el mismo vestuario, con el mismo peinado y pienso bueno una de dos; siguen en la adolescencia o tienen el mismo gusto; la tipica frase: para gusto los colores. Por otra parte la gente que vas conociendo a lo largo de los años te puede defraudar como persona, si es una persona muy pegada a ti que confias cien por cien en ella luego te vas enterando de cosas o directamente tu vez los cambios y te trasmite negatividad mejor es alejarte de aquella persona porque puede ir a peor. En conclusión se feliz y alejate de lo negativo en tu vida.

jueves, 10 de marzo de 2016

La pintura es poesía muda

Como futuros profesores de infantil, es importante que sepamos analizar y entender el dibujo infantil. Por ese motivo, vamos a trabajar en clase el análisis de dibujos que vamos a llevar para verlos con el resto de compañeros. Como no tengo niños de infantil cerca o en mi entorno, he buscado mis dibujos de cuando tenía 4 o 5 años.

He elegido los dibujos que más me han llamado la atención. No me voy a parar a analizarlos porque todavía no lo hemos trabajado en clase, pero si que voy a describir lo que dibujé para que se entienda un poco el dibujo.
  • Dibujo 1: En este dibujo aparece el el cielo un sol, un avión, un pájaro y un pollito. En la parte de abajo hay una casa, un mono, un árbol y un señor con barba. He podido observar que en infantil, me gustaba mucho dibujar pollitos, en casi todos los dibujos aparece alguno. Lo que no entiendo muy bien del dibujo es por qué pinté el avión de rojo saliéndome del borde y esa figura rosa y marrón con una mano y un brazo agarrándose al mono.

  • Dibujo 2: En el siguiente dibujo aparece un cielo con nubes, pájaros y un sol. Además, se puede ver un árbol y cuatro personas formando una escalera. Lo que me ha sorprendido de este dibujo es que la persona de más arriba de la escalera, es un bebé con un muñeco, no sé si tendrá algún significado.
  • Dibujo 3: En este dibujo tenía que pintar a mi familia. A la izquierda dibujé a mi madre, que aunque es mas baja que mi padre, la pinté la más alta de todos. A su lado, estoy yo. A mi lado, pinté a mi padre. Y a la derecha, dibujé a mi hermano mayor, que aunque me saca dos años, le pinté muy pequeñito. Lo que no se es el dibujo morado que aparece en el medio, no sé que será.
  • Dibujo 4: El ultimo dibujo es el que más me ha llamado la atención. De pequeña, pasaba muchísimo tiempo con mi abuela Tomasa, que aparece dibujada a la izquierda. Además de dibujarme a mi (Laura) y a mi hermano (Sergio), dibujé a mi abuelo. Sin embargo, el marido de mi abuela Tomasa, murió cuando yo tenía 10 meses y no creo que dibujara a mi abuelo paterno habiendo dibujado a su lado a mi abuela materna, por eso, me sorprende que dibujara a mi abuelo que apenas pude conocer. Me ha gustado mucho encontrar este dibujo porque me sorprende como, a pesar de no haber conocido a mi abuelo, si que le tenía en mi mente.

Espero que cuando analicemos los dibujos en clase, saque algo más en claro del significado de lo que pinté. Puede que aparentemente parezcan sólo dibujos, pero lo niños pueden decirnos mucho más con lo que dibujan que con palabras. Los niños utilizan los dibujos para plasmar lo que se les pasa por la cabeza, sus sentimientos y emociones, sus miedos y sus inquietudes. Tengo muchas ganas de hacer esta actividad en clase y comprender un poco más a la niña que fui con 5 años.

lunes, 7 de marzo de 2016

Vernos bailar es escucharnos hablar

Al pensar en la danza, lo primero que suele venirnos a la mente es belleza, estética, agradable, confortable, bonito... Sin embargo, la danza es un arte, que puede transmitirnos muchos sentimientos, tanto agradables como desagradables, pero además, nos permite conectar con el artista, reflexionar sobre lo que le mueve y empatizar con él. 
En una de las clases de plástica, vino una conocida de la profesora que baila danza Butoh, y dijo una frase que me gustó mucho: "El arte es biográfico y puede ser la forma más sincera de transmitir lo que sentimos por dentro". Esta mujer, nos contó que la danza Butoh es un baile improvisado, que se puede hacer con música o sin ella y añadirla después en vídeo. Consiste en dejarte llevar, mover el cuerpo como sientas en ese momento, fluir y soltar todo lo que tengas dentro, sea bueno o malo.



Después de hablarnos sobre esta danza japonesa, nos puso unos vídeos suyos practicándola en diferentes lugares del mundo como Nueva York. Los vídeos me transmitieron bastante inquietud pero me gustó verla cómo expresaba con cada parte de su cuerpo, la cara que ponía en cada momento y cómo conectaba cada paso en la danza. No sabía que existía este tipo de baile, pero la verdad es pude sentir infinidad de cosas, realmente animo a la gente que vea vídeos sobre ella y a ver qué les transmite. Os dejo el vídeo de Nueva York de esta mujer para que podáis verlo.


Esta clase me hizo pensar que el tema de bailar improvisadamente sin nada planeado, solo sentir y dejarnos mover, cuanto más nos hacemos mayores mas nos cuesta. Sin embargo, cuando somos pequeños, nos dejamos mover sin miedo, sin vergüenza, bailamos sin pensar en nada más. ¿En qué punto de nuestra vida nos empezamos a reprimir en la danza y la expresión corporal? ¿Cuándo pasa? En mi opinión, creo que cuando vamos creciendo, en clase nos enseñan a reprimirnos, a controlar nuestros impulsos, a seguir al resto. Sobretodo hacen que crezca el miedo al ridículo, a que se rían de ti si lo haces "mal". 
Una parte de la educación infantil se basa mucho en cantar, bailar, pintar, expresar, soltar, nos lo enseñan en el colegio para expresarnos, descargar, sin embargo, poco a poco van suprimiendo las artes y al final todas estas actividades quedan en el olvido. Si desde pequeños nuestros profesores nos animan a no tener vergüenza y expresar lo que sentimos no deberían dejar de hacerlo aunque crezcamos. Las artes están muy poco valoradas, sobretodo a partir de secundaria, y esto elimina todo lo que se ha podido conseguir en la educación infantil. Sin embargo, en infantil no vamos a dejar de motivar a los niños y a enseñarles que pueden expresarse de muchas formas gracias al arte.

 
                                      Enlace a foto                                         Enlace a foto

No hay que tener miedo al ridículo o al fracaso, siempre se puede aprender de los errores, haz lo que sientas en cada momento sin importarte nada más, si no, puede que llegue un día en el que te des cuenta de todas las cosas que no hiciste por miedo, pero ya será tarde.





Mi pequeña luchadora

La clase del 11 de febrero podríamos decir que fue especial, diferente, aunque también reflexiva y angustiosa. Una compañera de clase propuso la idea de venir disfrazados por la festividad conocida con el nombre de “Carnaval”. A la profesora, a mis compañeros y a mí me pareció una idea estupenda y divertida, por lo que íbamos a llevarlo a cabo. La profesora, para hacerlo diferente, nos dijo que teníamos que venir disfrazados siguiendo una serie de criterios, es decir, con una vestimenta que habitualmente no nos ponemos, ser algo que te ha gustado ser pero no has podido o conseguido, y ponerte en la piel de otras personas. Durante la semana que teníamos por delante debíamos de reflexionar sobre el disfraz adecuado, incubarlo y pensar sobre el motivo de porque nos habíamos vestido así. Para mí fue muy difícil elegir un disfraz, puesto que yo me siento bien conmigo misma y con lo que hago, por ello no quiero ser ni parecerme a otra persona. Por lo que, tras meditarlo unos cuantos días decidí que me iba a disfrazar de periodista, debido a que siempre he estado dudando en si hacer la carrera de periodismo o magisterio, pero al fin y al cabo me decante por la segunda, y bien orgullosa estoy de ello. Para disfrazarme de periodista tuve que hacerme un micrófono y una especie de cuaderno como estos de la fotografía, y vestirme formalmente.


Para mi sorpresa e inocencia, mientras estaba en clase e iban saliendo mis compañeros y compañeras a explicar por qué se habían disfrazado así y que significado tenía para ellos, pude comprobar que en cada uno de esos disfraces existía también un sentimiento muy profundo por un acontecimiento que había ocurrido en el pasado, que nos lo transmitieron a toda la clase. Por ello, creía que había que quitarse el sombrero por todas esas personas que tuvieron toda la fuerza de voluntad necesaria y mucho valor para contar algo personal que les afecta considerablemente. Antes decía que fue una clase angustiosa, ya que todas las historias y experiencias que contaron mis compañeros nos hicieron llorar a la mayor parte de la clase debido al sentimiento y sinceridad que llevaban consigo. Mientras transcurría la clase pensé que no podía salir y decir el porqué de mi disfraz, puesto que era muy diferente al de los demás, y creía que no era completamente adecuado. Por ello, me puse a darle vueltas y caía en la cuenta de que si me gustaría haber sido una persona, mi hermana. Le diagnosticaron una enfermedad rara cuando tenía 6 años (actualmente tiene 7), aunque desde que nació hemos estado más en el hospital que en casa, mientras que yo soy todo lo contrario, ya que nunca he estado mala como quién dice. El motivo de porqué querría ser ella o me gustaría mejor dicho, ponerme en su piel, sería debido a que mi hermana es una niña feliz, divertida y aparentemente sana, pero me fastidia mucho y es inhumano que con tan solo 7 años tenga que estar yendo y soportando, multitud de consultas, teniendo fisioterapia la mayor parte de los días, haciéndose cientos de pruebas y por si fuera poco, reprimiéndola que corra, salte, haga movimientos bruscos o indebidos, o prohibiéndola que haga ciertos deportes que a ella le gustaría hacer como son el ballet o la gimnasia rítmica. ¿Puede una niña evitar eso? ¿Puedes prohibirla que haga dichas cosas? Y es que lo más difícil es explicarla por qué no puede hacerlo, porque no puede hacer ballet o gimnasia, que peligros conlleva saltar o correr o simplemente ella se preguntará porque tantos médicos o tantas pruebas. Mi hermana ya es consciente que tiene una enfermedad rara, y de lo que la puede pasar o los riesgos que existen; sabe que tiene que ser operada y que se expone todos los meses a ir a varios médicos. Aunque también tiene en cuenta que muchos niños más la tienen, que no es la única que tiene que aguantar todo esto y no está sola en el mundo de las enfermedad o síndromes raros, que son tan poco valorados y carentes de cura. Un día, tras conocer a otra familia con dos niños afectados por la misma enfermedad, nos dijo la siguiente frase: “Me alegra saber que no soy la única que tiene esta enfermedad”, a la que no sabíamos cómo responder porque nos quedamos totalmente a cuadros. Por todo ello, me gustaría ser ella, y ponerme en su piel, puesto que a pesar de tener 7 años ella presenta una fuerza descomunal frente a todo esto, puede que sea aún muy pequeña para ser realmente consciente de todo o poder preocuparse por la situación, pero tiene esa voluntad inconfundible para salir adelante lo mejor posible, y aguantar todo lo que se presente día a día. Creo que mi hermana es una gran luchadora y siempre lo va a ser, nadie va a quitarla esa fortaleza que tiene pase lo que pase, y la verdad que la admiro mucho. Te quiero princesa.






jueves, 3 de marzo de 2016

No te dejes atrapar por los miedos

¿Qué son los miedos? Para mí es una sensación que te hace creer que estas en peligro, es algo desagradable que no te gustaría sentir. Los miedos se transmiten con el simple hecho de que alguien te cuente una pesadilla, es increíble como tú sientes miedo, un miedo que quizás no creías que tenias. 
En mi caso, cuando un compañero me contó su pesadilla, me transmitió miedo a lo desconocido, a no saber cuál es el final. Los miedos también pueden llevar consigo ansiedad, por la amenaza de algo, porque quieres escapar de un sitio y no puedes. Por otro lado, también pienso que los miedos evolucionan, que cambian o desaparecen, por ejemplo, cuando eres pequeño tienes miedo a muchas cosas (a la oscuridad, a las máscaras, etc), pero a medida que vas creciendo eso cambia, dejas de tenerlo o lo remplazas por otro.

Toda persona siente miedo por algo, pero esos miedos lo primero de todo es que hay que conocerlo y aceptar que sientes miedo, para luego enfrentarlo y darte cuenta que  se pueden controlar e intentar superarlos. Puedes crearte una especie de antídoto para que no sigan afectándote como antes. Los antídotos son algo personal, algo en lo que tú creas que con eso superarás tu miedo, y te sentirás tranquilo, algo que tenga significado para ti, que lleve algo especial o simbólico.
Para mí un atrapa miedos tiene que llevar plumas, cómo símbolo de libertad, de poder volar sin miedos, sin nada que te retenga. Pero las plumas tienen que ser blancas como símbolo de paz, de armonía, de tranquilidad. Y colorido para dar alegría, viveza.